El Síndrome del Ovario Poliquístico (SOP) es una condición que afecta a más del 13% de las mujeres en edad reproductiva, caracterizándose por irregularidades en el ciclo menstrual e hiperandrogenismo. Las mujeres con dicho síndrome experimentan problemas reproductivos, problemas metabólicos como riesgo de sufrir diabetes tipo 2, problemas cardiovasculares y problemas psicológicos como mayor riesgo de sufrir ansiedad, depresión, trastornos alimentarios y baja satisfacción con la vida.
La resistencia a la insulina es una característica fisiopatológica clave en el SOP, contribuyendo al hiperadrogrenismo y empeorando los síntomas del SOP. Favoreciendo la posible ganancia de peso a lo largo de los años en mujeres que lo sufren.
Las intervenciones para mejorar la calidad de vida la mujeres que sufren SOP deben tener en cuenta todos los aspectos que rodean a la mujer, integrando factores biológicos, psicológicos, sociales, espirituales y ecológicos. Esto requiere una participación activa de todo el entorno con el que la mujer interacción en su día a día.
La Actividad Física es una gran herramienta para ayudar a combatir todos lo efectos adversos producidos por el SOP. Las guías recomiendan un mínimo de 150´de intensidad moderada o mínimo de 75´ de actividad física vigorosa para prevenir la ganancia de peso. La práctica de Actividad Física mejora la insulina de acción rápida, la evaluación homeostática de la resistencia a la insulina, el colesterol total, el colesterol LDL, los triglicéridos, la composición corporal y el consumo máximo de oxígeno.
El ejercicio de carácter aeróbico muestra mejores resultados frente al porcentaje graso, el perfil lipídico y el consumo máximo de oxígeno.
El ejercicio de carácter neuromúscular, no siempre es la mejor opción, ya que puede provocar efectos adversos en el Índice de Masa Corporal (incremento) y el colesterol HDL (disminución), mientras que, por otro lado, el entrenamiento de fuerza produce mejoras en los niveles de fuerza de la mujer y ayuda a la regulación de sus niveles de estrógenos.
Para la correcta gestión del SOP debemos tener una perspectiva holística de la persona teniendo en cuenta todo el entorno que rodea a la mujer. La práctica de AF cobra vital importancia a la hora de hacer frente a todos los problemas que afectan esta patología, siendo una gran opción la práctica de trabajo aeróbico supervisado. Los espacios naturales pueden ser de gran ayuda debido al efecto psicológico que la naturaleza provoca a la hora de reducir los niveles de ansiedad y estrés en las personas.
Bibliografía:
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