El síndrome de dolor inguinal es un problema común para atletas de múltiples modalidades deportivas. Deportes que requieren un alto volumen de acciones que impliquen cambios de dirección, altas cargas mecánicas y transmisión de fuerzas en vector horizontal tienen todas las papeletas de generar dicha lesión. En fútbol por ejemplo su incidencia oscila entre el 10 y el 18% de todas las lesiones viéndose este porcentaje aumentado con el paso del tiempo. Este aumento en parte es debido a la alta densidad competitiva y las altas cargas soportadas por los jugadores. Algo habitual es que los jugadores sigan entrenado a pesar de tener dolor, afectando negativamente a diferentes estructuras y generando cambios degenerativos tanto en tendón como en estructuras ligamentosas.
Los músculos implicados en el movimiento de addución son el gracilis, adductor corto, adductor largo, aductor mayor pectinios y el obturador externo. La mayor parte de las lesiones sufridas por este síndrome se deben a un sobreuso del tendón de aductor, principalmente del aductor largo.
Muchos tratamientos han sido propuesto y utilizados de manera habitual para reducir la sintomatología, destacando el descanso, reducción y modificación de las actividades deportivas, crioterapia, medicación, fisioterapia manual, estiramientos, resolución posibles anormalidades biomecánicas, fortalecimiento de la musculatura de la cadera, rotadores externos e internos y diferentes tratamientos médicos como la inyección de corticoesteroides.
Los tratamientos conservadores están focalizados en terapia manual, ejercicios de movilidad y fortalecimiento de la musculatura de la cadera y abdominal como entrenamiento activo. Diferentes estudios nos muestran que tres sesiones de terapia activa han demostrado ser suficientes para producir adaptaciones positivas en las estructuras reduciendo el tiempo de baja y la sensación de malestar frente a la fisioterapia solamente.
El síndrome de dolor inguinal es un problema frecuente que sufren atletas de gran variedad de modalidades deportivas, teniendo todas en común los cambios de dirección de manera repetitiva. La incidencia lesional en deportes como el fútbol oscila entre 1 y 1,1 por cada 1000h de práctica. El tratamiento conservador con la utilización de entrenamiento de fuerza, control motor y movilidad es el que obtiene mejores resultados a medio y largo plazo.
Bibliografía:
Bisciotti GN, Chamari K, Cena E et al. The conservative treatment of longstanding adductor-related groin pain syndrome: a critical and systematic review. Biol Sport. 2021;38(1):45–63.